EL TAMBOR

Periódico quincenal on-line
Objetivos, filosofía y organización:
Un ser humano que piensa, que observa su circunstancia. Un ser que vive en soledad y en sociedad, que se escucha y escucha a los demás. Un ser que investiga, un ser que se toma un tiempo para contemplar y reflexionar. Un ser que razona y se expresa. Un ser que resuena y se guía, un ser que se abre y se comparte.  Un ser respetuoso y libre.

El Tambor es una propuesta periodística que retumbará desde el interior de la sociedad misma a la cual pertenece, y se expresará como una obra, con la máxima posibilidad artística de expresión.
La interpretación de los hechos sociales, las acciones políticas, culturales, deportivas, tecnológicas, etc ., en notas escritas e ilustradas de manera clara, precisa y amena. Con el equilibrio literario suficiente para que resulte atractivo, enriquecedor y en su conjunto deje la impresión de pensamiento y reflexión.

En El Tambor, las ilustraciones, fotos intervenidas, sonidos y videos que acompañarán a los escritos tendrán la relevancia necesaria para llamar la atención, invitar a la lectura y transmitir sensaciones en armonía con el mensaje escrito.
Los títulos, copetes, bajadas e ilustraciones deberán ante todo seducir al receptor del mensaje. Despertar su interés sin condicionarlo ideológicamente en lo previo. Un toque de misterio, siempre que se pueda, despertará la curiosidad.
El Tambor será siempre un toque de atención con una mirada reflexiva, que intente interpretar donde estamos como sociedad, de dónde venimos y hacia dónde vamos o intentan llevarnos los que toman las decisiones. Un toque de atención para la sociedad democrática, un toque de atención que deberá siempre sonar desde el llano, desde el interior mismo de la sociedad.
El Tambor no deberá ser tocado nunca desde un pedestal. Por ello es necesario que cada intérprete (Columnista, investigador, escritor, dibujante, fotógrafo, editor) se mantenga intelectualmente puro y libre.
Así cada uno deberá crear un personaje con un nombre a manera de seudónimo y a través de él expresar su
actividad dentro de El Tambor. Este personaje, el cual será un viaje al interior mismo de cada profesional, responderá a su formación, pero estará libre de condicionamientos que nuestra historia y la vida misma nos ciñe. Rescatando así nuestro estado intelectual puro en un ser virtual que tendrá sentimientos pero sin heridas, resentimientos, egos y demás condicionamientos de la expresión intelectual.
Con estas ideas, convicciones, sueños y esperanzas, se funda El Tambor, en San Rafel, Mendoza. Argentina